Los prebióticos son componentes de la comida que tienen efectos positivos sobre la flora intestinal. Muchas bacterias están presentes en el tracto intestinal: son conocidas como “Flora Intestinal”. Estas bacterias pueden ser beneficiosas promoviendo la salud o pueden ser patógenas teniendo la capacidad de causar enfermedades.
Los prebióticos son carbohidratos no digestibles por el perro o el gato. Estos prebióticos llegan sin ser digeridos hasta el intestino, una vez ahí influyen sobre la población de bacterias en los intestinos.
Algunos prebióticos conocidos como FOS (Fructo-oligosacáridos) actúan como alimento para las buenas bacterias (lactobacilos y bacterias bífido) mientras que no pueden ser aprovechadas por las bacterias patógenas. Al añadir FOS a la dieta, el crecimiento de las buenas bacterias es estimulado mientras que se suprime a las malas bacterias.
